Esta semana te contamos en nuestro blog por qué viajar en grupo es una de las claves para alcanzar la felicidad. Pero antes de nada, debemos preguntarnos:
¿Qué es la felicidad?
Parece ser que cada vez nos preocupamos más en intentar ser felices. Ya no basta solo con tener un buen trabajo, tener una pareja, hijos y seguir un paradigma de vida tradicional y socialmente aceptado.
Las personas necesitan sentirse realizadas en muchos aspectos diferentes de su día a día, sentirse útiles o participes en proyectos o metas que les den satisfacción personal. De nada sirve tener un buen sueldo o un buen coche si cada día acudimos a un trabajo que no nos proporciona ningún aliciente o si seguimos un estilo de vida que no nos hace felices.
El definir qué es la felicidad es uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado la humanidad. Los filósofos de la antigua Grecia ya dedicaban mucho tiempo a debatir sobre esta cuestión, que nunca ha pasado de moda.
El consumismo no es la solución al problema
En pleno siglo XXI, este debate adquiere gran relevancia ya que el estilo de vida actual nos obliga muchas veces a vivir contra natura. Las grandes ciudades y el estrés del día a día nos alienan y tendemos a llenar el vacío que se genera entrando en la rueda del consumismo. ¿Qué hacemos el fin de semana después de una dura semana de trabajo? Comprar. Adquirir es último modelo de teléfono móvil, o ese nuevo ordenador, o ese bolso tan caro que ya habíamos visto antes…
Pensamos que nos merecemos darnos ese capricho y que, con el bien material en cuestión, que tanto hemos deseado, seremos más felices. Y en parte es cierto. Lo que nadie nos cuenta es que esa sensación de felicidad es efímera y desaparece como por arte de magia al poco tiempo de poseer el bien en cuestión obligándonos a entrar en un círculo vicioso de compras que se retroalimenta y del que cada vez cuesta más trabajo salir.
Las nuevas tendencias sobre la felicidad
Según los últimos estudios que nos llegan desde la Universidad de San Francisco, la verdadera clave para ser felices es poder llegar a generar nuevos recuerdos en base a vivencias personales que solemos conseguir viajando en grupo (y no entrando en la rueda del consumismo).
Los viajes para solteros (y en general todo tipo de viajes) ayudan a crear experiencias que duran siempre y que pueden ser comentadas, recordadas a lo largo de los años provocando una gran sonrisa en nuestro rostro. Incluso las personas ancianas, con pérdidas de memora a corto plazo, recuerdan con gran felicidad sus viajes de juventud.
Viajar en grupo aporta aún más felicidad
Siguiendo la línea del estudio que acabamos de mencionar, la mejor manera de adquirir nuevos recuerdos que nos generen felicidad, en base a experiencias, es viajar en grupo. Los viajes para solteros obligan al viajero a enfrentarse a la situación de tener que convivir durante un periodo de tiempo con otras personas que también viajan solas.
Esta necesidad inicial de establecer nuevas relaciones sociales hace que rápidamente se creen vínculos de amistad multiplican la sensación de bienestar y de felicidad que vive el viajero.
Es de sobra conocida la importancia que tiene el sentirse integrado dentro de un grupo o comunidad de amigos, compañeros de trabajo o personas con las que compartimos cualquier afición. El poder llenar esta parcela a la vez que viajamos ha demostrado ser mucho más eficaz para el viajero en cuestión.
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